Localizado al pie de la Sierra Madre Occidental en el estado de Sonora, Álamos es uno de los pueblos coloniales más espléndidos de México. Su historia es un tapiz creado por los conquistadores españoles, los magnates de la minería, los imperialistas y los revolucionarios, donde cada cual ha dejado una huella indeleble. A su llegada al pueblo, usted se remontará a otra era: cierre los ojos y déjese seducir por el romanticismo de España y la dulzura del México de ayer… Y es que Álamos ha logrado mantener su herencia intacta, pues a pesar de que aquí viven algunos ciudadanos extranjeros, esa comunidad realmente está en la minoría. Así, sus visitantes pueden disfrutar a plenitud de una cultura propiamente sonorense.

El pueblo cuenta con una población de alrededor de 15.000 ciudadanos, con otros 4.000 más o menos que viven en las afueras de la pequeña ciudad.

Aquí todos se conocen, en gran parte gracias a su reducido tamaño, su aspecto peatonal y el clima divino y nada extremoso, que incluye una época espectacular de lluvias durante los meses de julio y agosto. En Álamos se sentirá como en su casa, donde todos le saludarán a su paso por la banqueta.

Álamos es una ciudad limpia, el orgullo de sus ciudadanos por su belleza y su tranquilidad. Los conquistadores españoles que la crearon hace más de 350 años lo hicieron en la imagen de Andalucía, una de las ciudades más gloriosas de España y la cuna de muchos de sus fundadores.

Hoy en día le ofrece al visitante un sinnúmero de atractivos, fiestas y actividades, incluyendo la observación de aves, visitas a pueblos indígenas, cabalgatas, historia, fotografía y mucho más. Este pueblo encantado ha sido declarado monumento histórico nacional y estatal, y está bajo consideración como Patrimonio Mundial por la UNESCO.