La Hacienda de los Santos® está ubicada a tan solo dos cuadras de la plaza principal del pueblo, del mercado y de la catedral. En otras palabras, todo literalmente le queda a pasos de su puerta—no hay necesidad de alquilar un carro.

Al pasar por las enormes puertas dobles sentirá que está llegando a una hermosa residencia privada. Aquí le dan la bienvenida tal y como si fuera un miembro de la familia. Le brindarán una sonrisa y una bebida fría mientras su equipaje desaparece discretamente del vestíbulo y reaparece en unos minutos en su habitación.

El check-in ocurren en pocos minutos, y pronto estará pasando por los portales para admirar los jardines, buscando el restaurante para sentarse a comer algo rico o acomodándose en un sillón con vista a la alberca para leer una novela prestada de nuestra biblioteca.

Aquí en la Hacienda hay un solo mandato: el relax…

La discreción y la privacidad son lujos que abundan en la Hacienda de los Santos® Resort and Spa. Existen primorosos caminos de piedra que se pierden entre los jardines repletos de flores y plantas exótico, perfectos para un encuentro entre dos. En este oasis se encuentran ubicadas nuestras hermosas habitaciones, suites y villas, rodeadas del canto de los pájaros y el susurro de las hojas. Cada habitación está decorada en el estilo colonial, muchas además sirven de fondo para nuestra extensa colección de antigüedades, ex votos y detalles restaurados. Afuera, la Sierra domina el paisaje.

Durante el día podrá disfrutar de las muchas actividades que tenemos disponibles, o simplemente descansar y ver pasar las horas tranquilamente y sin prisa. Luego del desayuno visite el Teatro para una matinée cómodamente sentado en uno de los sillones de piel, salga de ahí a asolearse un rato en la alberca o regrese a la habitación para esa siesta que tanto anhela cuando está en casa. Si así lo desea, puede acompañarnos a escuchar alguna de las charlas que presentamos en la biblioteca acerca de la arquitectura del lugar, su historia o el ecosistema de la Sierra Madre.

Las actividades nocturnas en la Hacienda siguen el mismo paso tranquilo del pueblo. Cuando baja el sol y baja la temperatura, puede disfrutar de la cena y la bebida de su preferencia bajo los portales, acompañado por un guitara romántico, o quizás prefiera probar los diferentes tequilas que servimos en nuestra cantina, que data de la época de la Revolución.

El cielo aquí es prístino, y el espectáculo de estrellas se puede disfrutar a gusto desde nuestro mirador. En ocasiones especiales (¡y es que nos encantan!) hacemos fiestas con música en vivo en el Trapiche.

Afuera en el pueblo, las noches en la plaza están llenas de la música de los mariachis y las estudiantinas. Es aquí dónde le espera lo mejor de la vida en un pueblito mexicano…